Lunes


Pues... si
Suelo sostener que los lunes suceden cosas extrañas


En Venezuela existe una normativa que establece que los días Lunes las entradas al cine cuestan el 50% de su precio regular. Es llamado "Lunes Popular".
(Pero Señor Chavez, que no sabe que los días de cine son los miércoles) Si eso fuera aquí, seguramente odiaría el cine.

Y no, no es eso lo extraño,
lo extraño es que siento como que si fuera sábado

Frío



Espeso mar omnipresente,
viciosa sensación de soledad
envolviéndome susurra amenazante
¿Dónde está su baile de libertad
y su inocente silueta vestida de tentación?

Ya no está, suspira mi alma,
corazón encadenado a quien ama,
aún niega su hostil cazador
cuando en sus garras sangra valor.

Fría cobija de invierno
eriza mi piel acostumbrada
a su ausente presencia turbada
y mis sueños en su aroma eterno.

¿Quién acostumbra desnudarse
al frío para a sí mismo encontrarse?
Su sonrisa inmortalizó el silencio
y su despedida acompañó la oscuridad
junto a la que
pienso.

Esencia ligera

Por título mis sueños
están hechos para volar,
la mención que les otorgó
alguien con esencia ligera,
dejada por mis caminos
para no confiarme al instinto.

SinTítulo.01


Queda lo demás
que por amor, hasta el más
sencillo corazón, puede volverse
valiente,
como el de un caballero
que corre por su princesa

(Para los que saben
de lo que se trata)

Cosas por sentado

Se supone que:
  • El autor está perdidamente encaprichado por dejar ir algunos recuerdos.
  • Que está enamorado de una sola chica.
  • Que es totalmente sensible y lleno de un sentido de preocupación por los demás
(No es verdad)


A Quien No Conozco

Escapando
en este desesperado silencio
encontré su sonrisa,
encontré su humanidad,
encontré su belleza.
Y se han encontrado nuestras miradas.
yo aqui sintiendole en mi mortalidad,
no quiero olvidar su rostro.

A quien no conozco
le escucho por su corazón,
le susurro por una mirada,
le busco por su sonrisa,
le extraño por su soledad,
le respiro por su presencia.

A quien no conozco.
Puedo quererlas sin limites,
puedo pensarla sin vigilante,
puedo acompañarla sin obstáculos,
puedo perderla o solo observarla.

A quien no conozco
le escribo esperando la coincidencia,
soñando, por el destino
de volver a verla.

(Rindo mi promesa de peregrinar
para refugiarme
en la esperanza de sus labios,
el consuelo de pelear otra vez.
Agradezco por encontrar
mi sensibilidad anesteciada,
por su cálida luz y
su desconocido existir)

Lo que no te pude decir


De las palpables ilusiones
que mis ojos rehusaban ver
rescaté rutinarios paisajes.
Sabes que el camino se volvió
pantalla de mis pensamientos.
Rídiculos sistemas de justificación
de no decirte lo que quiero.
Fui más el camino
que el fantasma que resulto de acompañante.

Las almas buscan en los pasos
de su camino, fuerza y sentido
para sostener un destino.

Yo me volví mesquino
cuando negué sonreír a la probable.
Su presencia era alegría al corazón
trascendente al momento que corría
con ritmica sintonía.
¿Cómo volverá el vicio de aquel día?
¿Cómo el silencio ingeniará otra sacudida?

Amante y poeta suicida
valor y razón a mi lista de cosas perdidas.
La oportunidad que se volví barrera,
le perdí desencia
le perdí sin cuenta.

Tu Toque


Titubeo mientra observo el cielo
aún ante tu ausencia tiemblo
como si importe que la vida dejo
con cada incierto perdon
me arrepiento con mi sonrisa burlona
preparandome de nuevo, para otra vez,
por siempre de nuevo
empezar a jirar a tu alrededor
respirandote
seduciendome a no dejarte ir.

Tu toque
Me encamina al encuentro del silencio
que planee extinguir
pero que se volvio sublime
cuando lo dejé por llenarme de tu armonía.

Tu historia se volvió mía
por bailar sobre tus huellas en la arena,
simple faena para cantar
las notas que derretí junto con mi pasión
y que enviciado te entregué para sobrevivir.

y repitiré siempre que quiero encerrarte
entre mis brazos más que en un abrazo.

Ciegos

Porque nosotros los ciegos
solemos no ver las cosas sencillas,
mas aún, quizá podamos sentir.
Los de la luz suelen esquivarnos,
los del alma suelen encontrarnos,
dejando en nuestras manos
limosnas que no valen, pero compran.
Nosotros, que no sabemos adonde vamos,
nos atrevemos a creer saber donde estamos.
Irónicamente, nadie quiere ver
a los ciegos.